sábado, 23 de junio de 2012

Apreciaciones sobre Tokio Blues de Haruki Murakami


Definitivamente cuando leo a Murakami siento una gran satisfacción. Esto lo he confirmado leyendo Tokio Blues (aunque no entiendo porqué lo tradujeron así. El título origina es Norwegian Wood, como la canción de los Beatles). Esta es la tercera novela de este autor que afronto. Aunque no la he terminado, y siempre cabe la posibilidad de quedar decepcionado con el final, el libro me ha gustado.

Una de las cosas que más me ha llamado la atención es la influencia musical a través de toda la novela. Comenzando desde su título (Norwegian Wood), donde se puede prever que las canciones de Los Beatles aparecerán de forma recurrente. Para mí ha sido inevitable escuchar las canciones mencionadas y vivir el mundo creado por Murakami, mientras leo. Pero no es sólo Los Beatles, también hay canciones de Jazz a través de la historia, con lo cual recordé a Scott  Fitzgerald (quien entre otras cosas, es uno de los autores que ha influenciado a Murakami). Leer esta novela y escuchar a Miles Davis genera magia.

Por el lado de los personajes, observo personajes muy reales. No son ni buenos ni malos. Son excéntricos, por momentos no saben qué es lo que quieren, actúan según sus convicciones, dudan, se cuestionan, mienten. Son personajes que están perdidos en su mundo. El suicidio ha marcado la personalidad de estos. Y tal vez sea la conjugación de todo esto, lo que hace que sea una novela llena de soledad.

En los otros libros que he leído de este escritor japonés (“El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas” y “1Q84”), siento cómo la soledad atraviesa las historias y sus personajes. En este libro no es la excepción. La soledad marca la historia y marca a sus protagonistas. He sentido cómo la soledad sale del libro y me atrapa dentro de este. Y esto me recuerda que leer es un acto de soledad, donde emprendemos un viaje y somos testigos de lo que sucede en un nuevo mundo.

Me ha llamado mucho la atención la referencia constante que hace a los alimentos. Los personajes comen y beben. Tal vez parezca tonto, pero creo que es importante destacarlo. Y creo que esto se debe a la influencia e importancia que tiene la comida en la cultura oriental.

Otro aspecto que marca la obra de Murakami es la presencia del sexo. Se habla sin tabús de la masturbación, del sexo lésbico, de los encuentros sexuales de sus personajes, de sus erecciones, etc. Lo hace de una forma natural, sin morbo. Y así tiene qué ser, si tenemos en cuenta que el sexo es parte fundamental para el desarrollo de sus historias. Aunque he leído muy poca literatura japonesa, presumo que es un tema tabú.

Una particularidad que he notado es que cuenta primero un resumen del evento y luego entra los detalles. En mi caso, es algo que me ha facilitado la comprensión de la historia. Y esto juega con el ritmo. Además porque en algunos momentos repite algo que ya ha dicho, pero lo dice de una forma diferente o agrega otros detalles.

Para terminar quiero decir que me ha gustado la novela. Quiero terminar de leerla y sabe qué va a pasar. Con Murakami he sentido una satisfacción muy grande, sólo comparable a la que he sentido con Cortázar, Borges y con la saga del señor de los anillos. Tokio Blues es una novela que recomiendo y un buen preámbulo para meterse de lleno en la obra de Murakami. Es un autor que me genera placer al leer.

Por Oscar E. Cadavid Figueroa

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